Clínica de Obesidad, Cirugía Bariátrica y Metabólica

Cirugía Bariátrica

La Cirugía Bariatrica es la alternativa más eficaz que tiene el paciente obeso para bajar de peso, y cambiar su vida.
Asimismo, es tan sólo una herramienta que pretende inducir cambios radicales en la vida de la persona; en mejorar sus hábitos alimentarios y, a través de la pérdida de peso, disminuir o eliminar sus hábitos sedentarios.

El éxito final y los beneficios de la cirugía bariátrica, dependerán entonces de la adhesión del paciente a los cambios recomendados, en su dieta, en los ejercicios, y en su estilo de vida.

¿Cómo es nuestra metodología de trabajo?

Cuando la persona consulta por primera vez sobre cirugía de obesidad, se agenda una entrevista con el cirujano u otro integrante del equipo, quienes le informan sobre las distintas alternativas terapéuticas.

Seguidamente comienza el proceso de:

Que consta de entrevistas con cada uno de los miembros del Equipo Multidisciplinario, que luego se reúnen y elaboran un informe sobre la situación del paciente: si tiene o no indicación quirúrgica, si no existen contraindicaciones, la oportunidad operatoria, y la técnica quirúrgica más adecuada.

 

Donde se fijan las metas de peso y tiempo, con el objetivo de minimizar los riesgos quirúrgicos. Durante este período (variable según cada paciente) las Nutricionistas le indican un adecuado Plan de Alimentación, debidamente balanceado, para que a la vez de comenzar a descender de peso, se eduque sobre la nueva forma de alimentarse, que deberá cumplir luego de operado. Paralelamente, se realizan entrevistas periódicas con Siquiatra y/o Sicóloga, con el Médico-Endocrinólogo, y las Nutricionistas, con el fin de preparase síquica y físicamente para la cirugía

Previo a la Cirugía el paciente y un familiar directo relacionado, firman el Consentimiento Informado, imprescindible para llevar adelante el procedimiento.

Consiste en la realimentación postoperatoria, y el control de las patologías asociadas; así como la evolución desde el punto de vista sicológico. El seguimiento es muy cercano en el postoperatorio inmediato, semanal, quincenal, mensual, y luego se va espaciando a medida que el paciente se recupera; pero tiene una duración mínima de 6 meses, y se prolonga más allá del año de operado. Una vez finalizada esta primera etapa, debe plantearse continuar en forma espaciada, por el mayor tiempo posible, para continuar con controles y evaluación periódica del paciente.

Indicaciones para la Intervención

La Cirugía Bariatrica está indicada en todo paciente con un IMC > 40, o con IMC>35 pero con dos o más de las comorbilidades señaladas anteriormente. En pacientes con IMC 30-35 kg/m2 cuidadosamente seleccionados, diabéticos tipo 2 no controlados con tratamiento farmacológico habitual la Cirugía Metabólica podría considerarse una opción terapéutica.

¿Por qué? Porque es sabido que aún cuando lograra descender de peso con dietas y ejercicio, le sería muy difícil mantener el peso descendido; y lo más probable es que no sólo lo recuperaría rápidamente, sino que lo aumentaría aún más. Por otra parte la cirugía logra una franca mejoría del control metabólico y en un alto porcentaje de remisión de la diabetes tipo2 previniendo las repercusiones micro y macrovaculares de la enfermedad.

Y si bien la cirugía tiene ciertos riesgos, sabemos que el riesgo de la obesidad, y de las enfermedades asociadas, es aún mayor que los de la cirugía.

Por eso se operan los pacientes, pero se les prepara adecuadamente para minimizar esos riesgos, y evitar en lo posible la aparición de complicaciones. Es imprescindible además, un estrecho seguimiento postoperatorio por parte de todo el Equipo, para detectar precozmente si aparecieran complicaciones, y tratarlas adecuada y oportunamente, con el fin de evitar males mayores.

Contraindicaciones para la Cirugía

La Cirugía Bariátrica está contraindicada toda vez que existan enfermedades graves, muy evolucionadas no compensadas que tornen al paciente inoperable o no apto para enfrentar un acto anestésico- quirúrgico.
Enfermedades que no permitan tolerar una anestesia general: cardiopatía o neumopatía muy severas, cirrosis hepática descompensada, insuficiencia renal crónica en diálisis, enfermedades psiquiátricas no tratadas, trastornos por consumo de drogas o alcohol, enfermedad neoplásica no controlada, edades extremas, embarazo y lactancia.

La intervención quirúrgica

Seleccionamos la más adecuada para cada paciente.

La selección depende de varios factores a saber: el IMC, la edad, el sexo, los hábitos de vida, su conducta alimentaria, sus características sicológicas, sus costumbres, su actividad laboral, su integración familiar, etc.



Todas las intervenciones se realizan por laparoscopía.

Vale decir a través de pequeñas incisiones abdominales de 5 y 10/12 mm., que permiten introducir instrumentos quirúrgicos que son controlados a través de una óptica, con cámara y monitor de TV. De este modo se evita el dolor de una gran incisión abdominal, que en el paciente obeso es particularmente grave, con riesgo de hemorragia, infección y eventración o hernia incisional. El paciente se recupera muy rápidamente, se levanta precozmente, respira sin inconvenientes; y se evita el riesgo de Trombo Embolismo Pulmonar tan frecuente en la cirugía abierta tradicional.

En los últimos 20 años se había hecho muy frecuente el banding gástrico, que consiste en colocar una Banda Gástrica Ajustable, (un “pequeño cinturón” en torno al estómago) con la cual se crea un buche, que reduce las ingestas al provocar una saciedad precoz. Su colocación es con bajo riesgo, y logra un buen efecto a corto plazo, aunque no tan intenso como con el resto de las cirugías. Si bien es de menor riesgo, requiere de un control permanente, con ajustes periódicos frecuentes. Por tratarse de una banda siliconada, es en general bien tolerada; pero en algunas ocasiones es rechazada. Con frecuencia hay intolerancia, así como deslizamiento, o la erosión y fistulización al interior del estómago, lo que obliga en ocasiones a retirarla, ya sea por endoscopía o por cirugía laparoscópica. Se trata entonces de un procedimiento potencialmente reversible, lo cual si bien se destaca como una “ventaja” en realidad no le es, porque una vez retirada retorna la obesidad.

El By Pass Gástrico es la cirugía de más larga tradición, y de mejores resultados en cuanto al adelgazamiento, y a su mantenimiento a largo plazo; y la que con mayor frecuencia se practicaba en USA y en América Latina. Es por supuesto una cirugía radical e irreversible, y de mayores riesgos asociados; pero no incorpora un cuerpo extraño al organismo, y no requiere de ajustes ni de tantos controles, así como tiene menos complicaciones alejadas. Es un procedimiento mixto, que produce a la vez restricción y disabsorción. El paciente siente menos apetito y tiene a la vez saciedad precoz. Adelgaza rápidamente y con mayor intensidad, y mejora y aún remiten sus comorbilidades precozmente. La alimentación postoperatoria es muy bien tolerada, y si bien reducida en cantidad, es muy amplia y variada. Con adecuada suplementación de vitaminas y minerales se evitan eventuales carencias nutricionales que pudiera ocasionar.

La Manga Gástrica es una cirugía restrictiva pura de reciente aplicación. Es en realidad una Gastrectomía Subtotal Vertical Tubular, que consiste en reducir el tamaño del estómago, extirpando gran parte del mismo. Se lo transforma en un “tubo gástrico”, con lo que se come menos, y se tiene menos apetito; por la supresión de una hormona, la Grhelina, que se segrega en el sector del estómago extirpado. Es también una cirugía radical y de riesgo, y fue propuesta como el primer tiempo de una cirugía más compleja (el Switch duodenal) que se usa para los pacientes super-hiper-obesos; a quienes se agregaría en una segunda etapa un componente disabsortivo. Hoy estamos comprobando muy buenos resultados inmediatos y mediatos, tanto en términos de adelgazamiento, como de mejora de las comorbilidades, similares a los del By Pass Gástrico. Estamos a la espera de resultados alejados, y con la expectativa de si será o no necesario un segundo procedimiento disabsortivo en caso de recuperación de peso a largo plazo. En todo caso, esta segunda intervención ofrecería una nueva alternativa para algunos pacientes específicos. Es por supuesto también, un procedimiento irreversible; pero cuyos resultados auspiciosos nos han permitido ofrecer esta alternativa terapéutica a numerosos pacientes en nuestra clínica. Tendría de todos modos algunas limitaciones, que tienen que ver con la presencia de una Enfermedad por Reflujo Gastro Esofágico, o la presencia de Diabetes Mellitus tipo II Insulino requirente.

Las Derivaciones Biliopancreáticas, en sus distintas modalidades, son también cirugías radicales, de alto riesgo, y con probabilidad de complicaciones alejadas, por las carencias nutricionales que pueden ocasionar. Son procedimientos mixtos, restrictivos y disabsortivos, también irreversibles, y que están reservadas para pacientes super hiper obesos, con un IMC muy elevado, y severas comorbilidades asociadas. Por las carencias que pueden ocasionar, requieren de un seguimiento y control médico nutricional muy estricto y cercano, y una adecuada suplementación nutricional, de vitaminas y minerales; pero es sin dudas la cirugía que tiene los mejores resultados en términos de pérdida de peso a largo plazo y de curación segura de todas las enfermedades asociadas.

Es un procedimiento endoscópico, y no estrictamente quirúrgico. Consiste en la colocación por Fibrogastroscopía de un balón siliconado dentro del estómago, que se insufla con 650 a 750 cc de una solución de suero con azul de metileno. Al ocupar un espacio dentro de la cámara gástrica, da una sensación de saciedad precoz, lo que permite disminuir las ingestas, y al reducir el aporte calórico, rebajar de peso entre 3 y 4 kilos por mes. Si es bien tolerado, puede permanecer no más de seis meses en posición, y luego debe ser retirado también por endoscopía.

Tanto su colocación como su extracción se realizan con sedación para su mejor tolerancia. Es un procedimiento que no tiene casi complicaciones, salvo la excepcional circunstancia de su rotura, lo que de acontecer tiñe la orina por el azul colocado en su interior, y advierte rápidamente al paciente y al médico para proceder a retirarlo. Es una alternativa a la cirugía, que está indicado en todos aquellos pacientes que tienen sobrepeso u obesidad moderada, que no tienen indicación quirúrgica., o que no desean ser operados. Es totalmente reversible, y puede ser reiterado en el tiempo; teniendo obviamente el riesgo de recuperación de peso una vez retirado, si no se logran modificar los hábitos alimentarios.

Hospitalización

En general el período de internación es muy breve.

El paciente ingresa el mismo día de la intervención, o la noche previa si requiere una preparación. Se moviliza precozmente por la ausencia de dolor, se levanta el mismo día de la intervención para evitar la embolia pulmonar, y facilitar su respiración y su recuperación. Comienza a deambular y a ingerir líquidos al día siguiente; y cuando se logra un aporte suficiente por vía oral, se retira la hidratación por vía intravenosa, y se puede ir de alta. Esto sucede al segundo o tercer día del postoperatorio, de acuerdo a la evolución de cada paciente.

Alimentación luego de la cirugía

En casa durante las primeras semanas

La persona se va de alta con una dieta líquida con un alto aporte de proteínas, compuesta por leche con suplementos o fórmulas. Es importante dar tiempo al estómago a cicatrizar. Una vez tolerada la dieta líquida se pasa a una etapa de dieta blanda (purés bien triturados) en pequeños volúmenes y varias veces al día. Se indica desde el comienzo suplementación con vitaminas y minerales que deberá ser tomado durante toda la vida.

Progresión a dieta de consistencia normal

Al finalizar la etapa de dieta blanda se comienza a incorporar progresivamente los alimentos hasta llegar a una alimentación de consistencia normal: saludable, individualizada, basada en las necesidades. Constituida por un adecuado aporte proteico , frutas, vegetales 5 al día y cereales enteros. Evitando azúcares refinados y alimentos de alta densidad calórica y cuidando el tipo de grasa. Se indica masticar bien, comer en forma lenta y no tomar líquidos durante las comidas.

En Internet testimonio de un paciente operado

La cirugía me recuerda como tengo que comer, protegiéndome de la recaída de volver a mis viejos hábitos. La comida inadecuada produce disconfort y malestar.

Período de Recuperación

Muchas personas presentan un período de astenia, cansancio, o fatiga las primeras semanas después de la operación. A las 2 ó 3 semanas, o tal vez antes, se recupera la energía. Esto depende mucho de cada paciente, y sobre todo de su preparación sicológica. El hacer ejercicio moderado, en el momento indicado, como caminar o nadar, evitará la pérdida de masa muscular y mejorará el estado general. A medida que va comprobando los resultados de la cirugía, viendo el descenso de peso, la recuperación del sueño, y el buen humor; empieza a experimentar el cambio en su calidad de vida, y todo vuelve a la normalidad.

 

Resumen

En conclusión debemos reafirmar que la Cirugía Bariatrica es la única alternativa que tiene el paciente obeso mórbido para bajar de peso, y cambiar su vida. Podemos afirmar además, sin temor a equivocarnos, que si bien es una cirugía de riesgo, brinda mayor posibilidad de éxito a mediano y largo plazo. De lo que se trata entonces es de evaluar correctamente a los pacientes, seleccionar el procedimiento más adecuado, prepararlo para disminuir los riesgos de la cirugía, aplicar un procedimiento técnicamente correcto, y prevenir o evitar las complicaciones. Todo esto es posible con el accionar armónico y responsable, de un Equipo Multidisciplinario muy profesional y experimentado, que además de la evaluación y preparación preoperatoria, realice un cercano seguimiento y estricto control postoperatorio del paciente, para verificar que se cumplan los objetivos propuestos, como forma de asegurar el éxito de la intervención quirúrgica programada.