Fue una decisión meditada; no me atrevía a “tirarme al agua”. Mi alrededor temía a cualquier procedimiento quirúrgico.
Fueron muchos años de dietas, con profesionales incluidos, sin los resultados esperados.
Hasta que descubrí a este equipo maravilloso que me evaluó, me aconsejó, me guió y me acompañó en mi renacimiento.
El momento es ahora. No hay que dudar cuando se trata de salud. Y menos cuando estos hermosos seres están para darnos su sabiduría y apoyo.
Gracias Héctor, Ernesto, Lucía, Claudia, Eva, Graciela, Verónica, Magela.